¿Qué es una extensión sanguínea?
Una extensión de sangre o frotis sanguíneo, es una fina película de sangre extendida sobre un portaobjetos, de modo que las células sanguíneas están dispuestas en una capa.
Partes:
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Cabeza: Esta parte corresponde a la zona inicial, donde sería la zona más gruesa y donde estarán concentrados los linfocitos.
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Cuerpo: Esta parte corresponde la zona del medio, y sería la zona ideal para su observación general.
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Cola: Corresponde a la zona del final, con una tonalidad uniforme y donde se encuentran la mayor proporción de monocitos y neutrófilos.
¿Para que se utiliza?
Esta técnica será utilizada en el caso de que se quiera detectar ciertas anomalías de en la sangre, como podrían ser desde la forma, el tamaño y el número de células, hasta la presencia de núcleo o la forma de la cromatina. De esta manera podremos observar las células presentes en la muestra con ayuda de un microscopio óptico. Aún así, para poder observar estas extensiones de forma más eficiente, se suelen usar técnicas de tinción.
¿Qué son las tinciones hematológicas?
Las tinciones hematológicas son el conjunto de técnicas necesarias para teñir y diferenciar los distintos componentes celulares de la sangre. Tienen por objetivo aumentar el contraste entre estructuras celulares y el medio que les rodea, permitiendo dicha observación mediante un microscopio óptico.
Veremos que estas técnicas hacen uso de colorantes. Estos interactúan con los componentes celulares de la extensión sanguínea sobre un portaobjetos. Los colorantes son sustancias capaces de fijarse selectivamente según su afinidad química, y según nuestro interés utilizaremos una técnica u otra.
Las técnicas que actualmente se usan con mayor frecuencia son:
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Tinción de Wright.
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Tinción de May Grünwald-Giemsa.
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Tinción con azul brillante de cresilo.
Tinción de Wright.
Tinción de May Grünwald-Giemsa.
